Uno de los principales exponentes de nuestra cultura tradicional asturiana sigue formando parte nuestros días: las espichas. Un claro ejemplo de nuestras costumbres y tradiciones que con el paso de los años se ha mantenido e, incluso, extendido a otras celebraciones como las bodas.
Quizás si tuviéramos que describir en dos palabras su esencia, nos quedaríamos con: pasión y camaradería. A fin de cuentas resulta ser una fiesta en la que se reunían familiares y amigos y que, por tradición, se celebraba con la apertura de tonel o pipa, una vez el proceso de fermentación ya había finalizado y la densidad de la sidra era la adecuada.
Cada vez es más habitual que los novios decidan celebrar su boda con una espicha asturiana, una fórmula típica, divertida y, además, curiosa para aquellos invitados que vienen de fuera. Hoy en día, los llagares, locales u otros lugares para celebrar una boda están bien equipados, ambientados y cuentan con precios razonables para celebrar este tipo de reuniones que han resultado ser una magnífica alternativa a los tradicionales banquetes de boda.
El lugar de celebración de la espicha
En una espicha es muy habitual estar de pie para facilitar la comunicación entre los asistentes. Y tiene todo el sentido ya que, no debemos olvidar que, beber sidra es fundamentalmente un rito social. La forma más habitual de hacer una espicha suele ser al aire libre, con mesas para la comida y la gente de pie mientras charlan animadamente o escancian sidra. Pero para una boda no es muy recomendable tener a la gente de pie, sobre todo pensando en que pueda haber gente mayor o se pueda alargar mucho la celebración.
Por otro lado, tenemos el inconveniente de la climatología, que en Asturias nos puede jugar una mala pasada. Por lo que cada vez hay más establecimientos que tienen lugares acondicionados para celebrar una espicha bajo techo, aparte de los tradicionales llagares. No obstante, si quieres que la celebración sea al aire libre tienes la opción de disponer alguna carpa que pueda proteger de la lluvia o el sol.
Comida típica de una espicha asturiana
En lo referente a la comida, hay una gran variedad en función de los anfitriones. Los productos típicos de la tierra, así como la sidra, no pueden faltar. Ahora hay ciertos alimentos que no suelen faltar: pan, chorizo, tortilla de patata, lacón, queso, huevos cocidos, bollos preñaos o la clásica empanada.
Este tipo de alimentos suelen adornar la mesas en las espichas de la zona interior, mientras que si la fiesta se realiza en un lugar costero, se puede incluir algún producto del mar. Normalmente hablamos de bocarte, parroches, pixín, calamares o fritos de bacalao.
Comida para una boda con espicha
Habrá quien, por el propio desconocimiento de nuestra tierra, piense que esta similitud con los clásicos cócteles de boda dejará a sus invitados con hambre pero nada más lejos de la realidad. La comida y la bebida típicas de la tierra hace de estás reuniones un magnífico exponente de nuestro buen comer y beber. Y para quien quiera hacerse una idea, en toda buena espicha no faltarán cosas como: una tabla de embutidos asturianos (cecina, lomo y chosco artesanos, chorizo y salchichón de jabalí), bollos preñaos, chorizo a la sidra, huevos duros, empanada artesana, tostas de cabrales, tortos de maíz con picadillo y huevo y, por supuesto, la sidra.
Para quién no quiera que todo el banquete sea de picoteo, puede optar por un cóctel a base de productos típicos de Asturias y de espicha como los bollos preñaos, quesos, embutidos, pulpo, etc… y ofrecer en el banquete platos más elaborados pero sin perder la esencia de nuestra tierra como: sopa de marisco, pitu de caleya en su jugo con patatines y crema de castaña, crepes de bacalao, merluza rellena de marisco, paletilla de lechazo al horno, etc.
Completando el ambiente de la espicha
Y para acabar de crear ese ambiente típicamente asturiano, es muy recomendable que la comida y bebida esté acompañada por un buen gaitero o grupo de música folclórica asturiana.
En Asturias somos muy peculiares y muchas de las parejas que deciden celebrar una espicha prefieren organizarla antes de la boda. Esta opción suele ser la idónea si entre los invitados a la ceremonia se encuentra gente de fuera.