Siempre queremos que nuestra historia de amor sea única, preciosa, original y dure para siempre. Por ese motivo, cuando llega el momento de lanzarse y pedir matrimonio a nuestra pareja queremos hacerlo de una forma que marque nuestra historia de amor.
Pareciera que en los tiempos que corren la originalidad se ha perdido pero las pruebas nos demuestran que no es así. Millones de chicos preparan a conciencia ese momento y con el paso de los años el momento de petición ha evolucionado mucho: desde la clásica cena romántica a la luz de las velas, con su correspondiente arrodillamiento y la cajita roja donde está el anillo de compromiso, hasta preparar situaciones inverosímiles o que la propia chica sea quien se lo proponga a su pareja.
Os dejamos una pequeña lista con algunas ideas por si buscáis inspiración:
- Pedir al camarero que coloque el anillo dentro del postre. Lo importante es que tengas cuidado de que no se lo trague.
- Presentarse en su lugar de trabajo con millón de rosas y camuflar una de las rosas como estuche portador del propio anillo.
- Escribir con tiza, en el muro que hay frente de la casa de tu novia, una frase importante para ambos y la clásica pregunta de ‘¿Te casarías conmigo?’.
- Pídeselo en vivo y en directo a través del morning show que escuche en la radio por la mañana.
- Llévatela a un fotomatón y pídele en matrimonio cuando la máquina empiece a disparar. No perderéis detalle de la cara que pone.
- Si el mundo marino le apasiona, llévala al Aquarium y prepara todo para que dos delfines porten una pancarta donde escribas tu declaración de amor.
- Prepara una caja de regalo medianamente grande e incluye dentro pequeñas cajitas similares. Ella debe ir abriendo una a una hasta llegara la más pequeña donde encontrará el anillo.
Como veis nos hemos pensado un montón de declaraciones originales, pero nosotros nos fiamos más de lo que nos cuentes tú en primera persona. Queremos saber cómo fue tu pedida de mano o cómo te gustaría que hubiera sido.
¡Venga, chicas, confesadlo! Aunque parezca del siglo pasado, toda novia sigue soñando con vivir su propio cuento de hadas; que aparezca su príncipe azul en un corcel blanco y pida su mano, le jure amor eterno y vivan felices por los siglos de los siglos.
