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Los pajes de tu boda

¿Quién no tiene sobrinos, primos o hijos de amig@s a los que les encantaría participar activamente en la ceremonia de la boda como pajes? Llevar las arras, coger la cola, entrar por delante de la novia, llenar de pétalos el pasillo nupcial… cualquiera de estas pequeñas tareas les parecerá un juego aunque, al mismo tiempo, serán conscientes de la seriedad que requiere.

Lo más común es que los pajes de las bodas, como se les dice, tengan entre tres y ocho años y simplemente acompañen a la novia durante su paseíllo hacia el altar. Vestidos como príncipes o princesas, aportan la frescura, el color, la espontaneidad y la alegría que la imagen de la novia y la boda necesitan, en momentos tan solemnes como la entrada en la iglesia.

Como decíamos, lo normal es escoger entre hijos de familiares o amigos cercanos pero ¿qué número es el recomendado? La decisión siempre corresponde a la pareja pero no debe la pareja olvidar que al fin y al cabo son niños y cuántos más sean más se revolucionan… Precisamente para evitar que se dispersen o se aburran y empiecen a trastear por la iglesia, tradicionalmente se les pone emparejados, niño y niña y cuyos trajes se complementen en estilos y materiales. ¡Una monada, vaya!

Ideas sobre sus trajes

Si necesitáis algunas ideas para mantener los estilos en la elección de sus trajes, ¡tomad nota!

  • Colores: Predominio de los tonos azules y verdosos para el verano, aunque también pueden ir de blanco o crudo pero siempre, y ante todo, teniendo en cuenta el color del vestido de la novia.
  • Tejidos: las telas pueden ser de seda salvaje que ha sido a lo que más han recurrido durante este año. En verano, los rasos de algodón quedan muy bonitos y es una tela fácil de «reciclar» en vestidos más llevaderos. El terciopelo también se utiliza pero en los meses en los que hace mucho frío. Los niños estarán guapísimos con blusas cruzadas y siempre con fajín.
  • Detalles: un gran lazo sobre un vestido liso y sencillo siempre queda precioso. Los sombreros no son muy adecuados y, por el contrario, las coronas con hojas de árboles, flores o frutos secos… aportan un aire romántico a la boda.
  • Calzado: para las niñas unas bailarinas son el calzado más idóneo. El color debe estar entonado con el vestido y, si es invierno, unos buenos leotardos de seda. Los niños, en cambio, deben llevar medias hasta la rodilla y pantalones cortos pese a las bajas temperaturas y, por supuesto, zapatos de cordón.

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