Uno de los elementos más importantes en toda boda es la música que se va a utilizar. Más allá de la tradición o la espiritualidad que conlleva el evento, está el hecho de que se reúne a un número considerable de amigos, familiares…gente que aprecia a la pareja y está feliz de celebrar su amor. Es decir, es una celebración y la música junto con el champán, la sidra o el cava no deben faltar.
La música que la feliz pareja escoja es lo que dará vida y alegría al acontecimiento. Antiguamente, lo clásico era contar con una orquesta que tocara los temas elegidos y más populares para que grandes y pequeños se hicieran con la pista de baile. Hoy en día, se está imponiendo la tendencia de contratar un DJ.
DJ.
En este punto, lo principal es el estilo de la pareja y el de la propia boda. Por regla general las parejas más jóvenes quieren extender la fiesta el máximo posible y que la gente aguante en la pista de baile hasta que amanezca. Por ello la opción del Dj está cogiendo fuerza ya que ofrece mayor variedad y una música más actual.
Grupo musical.
Por tradición, son los grupos musicales los especialistas en bodas y saben cómo animar a la gente. Lo bueno de los grupos musicales es que tocan en vivo. Lo malo es que se toca un único estilo y no suele ser lo más actual. Es decir, son expertos en música más clásica o popular y casi siempre en castellano. En cualquier caso, lo importante de esta opción es contar con que ocuparán un espacio importante en la sala para acomodarse y presentarse.
Presupuesto.
Otro punto a considera el presupuesto que se tenga. Deciros que no necesariamente el contratar un DJ sale más económico que un grupo en vivo. No debemos olvidar que el equipo que tiene que utilizar para mezclar las canciones es delicado y costoso, especialmente en desplazamientos.