Vivimos en el desconocimiento de cuánto encanto hay en nuestro país vecino, Portugal, y resulta un magnífico y cercano destino para una luna de miel.
Portugal es como sus fados, teñidos de amor por sus lugares y gentes y eso es lo que vamos a proponeros: dejaros enamorar por su belleza. Nada de interminables horas en avión. Tan simple y rápido como coger el coche y tranquilamente recorrer el hermoso país lusitano, de norte a sur, recalando en sus magníficas y acogedoras pousadas.
Para todo tipo de gustos
Una luna de miel con tiempo, relajada y con un despertar diferente cada día. En Portugal, algo que embauca a todo aquel que lo pisa, es que hay una pousada para cada gusto: históricas, históricas de nuevo diseño, de entorno natural y con encanto. Construidas en los años 40 en antiguos castillos, conventos y casas nobles son el auténtico referente de la gastronomía y la cultura del país. Su ubicación os permitirá compaginar el viaje no solo con visitas culturales a pueblos pintorescos y ciudades de gran belleza, como Oporto y Lisboa, sino con otras diversas como el senderismo, golf o el propio mar Atlántico. Lo ideal para no estar haciendo la maleta todos los días es no abarcar más de dos o tres pousadas por zona y pasar unos dos días en cada una.
Zonas para visitar
Existen alrededor de una treintena de zonas pero aquí os dejamos una pequeña selección:
- Si la naturaleza es lo que buscáis, al norte del país, está la Pousada de SäoBento en el Parque Nacional de Pereda Geves con vistas al río Cavado y la albufera Caniçada.
- Si la arquitectura os encanta, la Pousada de Santa Marinha fue declarada Premio Nacional de Arquitectura 1985 y esta emplazada en un bello Convento Agustino del s XII.
- En la zona centro, clasificadas como pousadas históricas, se encuentra un estupendo palacio llamado ‘de Queluz’, que alberga la Pousada Dona Maria I. También podéis visitar un Castillo monumento de interés nacional, donde se encuentra la Pousada de Castelo, y una fortaleza la de SäoFilipe con vistas al estuario del río Sado y la Península de Tröia.
- Y al sur las magníficas playas del Algarve, que cada verano acogen a multitud de turistas. Si la boda y luna de miel es en verano, quizás no sea el destino más indicado.